A juicio de la organización ecologista, esta situación demuestra que la central está funcionando de forma "altamente peligrosa", dada la falta de seguridad de las reparaciones realizadas tras el descubrimiento en 1994 de un grae problema de agrietamiento.

Según Greenpeace, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) aceptó sin discusión las propuestas de Unión Fenosa para la reparación de las grietas de Zorita con el único fin de permitir a esta compañía poner la central en marcha mientras se fabricaba en secreto la tapa de la vasija, aunque supiera que durante ese tiempo el funcionamiento de Zorita fuera altamente peligroso.

El portavoz de la organización ecologista, Carlos Bravo, declaró hoy que "la legislación española enmateria nuclear exige que las centrales nucleares deben funcionar sin riesgos. Las circunstancias actuales demuestran que el CSN está incumpliendo está legislación permitiendo que Zorita siga funcionando".

Estos hechos, según Greenpeace, confirman las conclusiones de su informe, presentado el 16 de marzo de 1995, en el que se señalaba que el análisis del CSN sobre las causas del agrietamiento de Zorita se había realizado con el objetivo preconcebido de aceptar sin crítica alguna las propuestas de repaación de Unión Fenosa.