El Sistema de Detección de Fugas (YG30) indicó a primera hora de ese día una lectura superior al límite de operación, aunque no superaba los valores marcados en las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento.

Para poder realizar con mayor facilidad las labores de búsqueda de la fuga, se decidi bajar la carga de la central hasta el 30% de su potencial nominal, pero al encontrarse algunas dificultades para determinar el lugar exacto se procedió a la parada del reactor hasta el modo de operación 3 (parada caliente). En esta situación se localizó la fuga.

Para eliminarla, se procedió al encamisado de la zona afectada, mediante la soldadura de 4 piezas sobre el defecto, y tras verificar los resultados mediante diferentes pruebas de estanqueidad, se arrancó de forma gradual el reactor hasta alcazar el modo de operación 1 (operación a potencia).

La fecha prevista para el comienzo de la recarga es el próximo 31 de mayo. Hasta ese día se realizarán estudios y consultas para determinar si la solución adoptada adquiere carácter permanente o se ha de proceder a efectuar la reparación durante la mencionada recarga.

El suceso ha sido calificado como nivel 0 (por debajo de la escala) en la Escala Internacional de Sucesos Notificables. No ha habido escapes de radioactividad ni ha sido afectado nigún trabajador.