La organización ecologista considera que esta decisión revela que el funcionamiento de la central en su estado actual no es seguro, a pesar de que tanto el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) como los propietarios de la instalación afirman que no hay riesgo.

Por el contrario, Aedenat mantiene que si las grietas avanzan podrían poner en peligro la integridad de las piezas afectadas, provocando su uptura.

Asimismo, los ecologistas creen que las revisiones que se realizan en la planta nuclear durante los periodos de parada para efectuar la recarga del combustible no son suficientes para garantizar la seguridad de la central.

Aedenat también denunció la actitud del CSN, al que acusa de pasividad por no exigir el cambio del barrilete, a pesar de la importancia de este elemento para el correcto funcionamiento de la instalación.

La asociación ecologista volvió a pedir el cierre definitivo e la central nuclear, por entender que la sustitución del barrilete "no será más que un parche que no puede mejorar el estado deplorable en que se encuentra esta antigualla de central".