Este dato, unido al desaceleramiento del consumo privado del 2,6 por cien de enero 1992 al 0,4 por cien de enero 1993, y una caída del PIB del -0,1 por cien en enero, llevan al Departamento de Estudios del Central Hispano a calificar la situaciónde "recesiva" frente a la de "desaceleración" iniciada en la segunda mjitad de 1989.

Los analistas de la entidad bancaria señalan además que el "Indicador Adelantado Central Hispano" se encuentra en fase descendente durante lois últimos doce meses, "lo que parece indicar que la tendencia de la recesión económica se podría prolongar a lo largo de 1993".

Los indicadores del Central Hispano señalan que desde el último trimestre de 1992 la demanda está evolucionando a ritmos inferiores a los de la ofrta. Mientras la demanda cayó el -1,1 por cien en enero la produciión lo hacía con el 0,1 por cien.

El ensanchamiento de esta brecha está teniuendo -a juicio de este banco- "un efecto corrector sobre los desequilibrios de precios y de balanza de pagos de la economía española".