El Grupo de Empresas Alvarez cuenta con más de un millar de trabajadores en huelga indefinida desde hace quince días para reclamar el pago de cuatro meses de salarios y garantías sobre el mantenimiento de sus puestos de trabajo.

GEA perteneció hasta hace poco al INI, que la vendió a la firma valenciana ESTUDESA, cuya retirada exigen ahora los trabajadore, por entender que no apuesta por el futuro de las factorías gallegas, dedicadas a la producción de objetos de cerámica, principalmente vajillas y botellas.

La Xunta ha manifestado que hay un empresario dispuesto a entrar en GEA, y el INI tampoco descarta la concesión de ayudas, pero las posibles vías de solución son demasiado lentas para el gusto de los empleados. La presidenta del comité intercentros, Margarita Rodríguez, opinó que "unos por otros, la casa está sin barrer".

Los portavoces de lo trabajadores indicaron que no desean ser recibidos por nadie y que sólo esperan que aparezca un portavoz para indicar quién va a ser el comprador de GEA y cuáles los planes para hacer viable la empresa.

Margarita Rodríguez opinó que de no ponerse solución a la crisis la empresa estará condenada al cierre, dado que se están perdiendo clientes al no poder atender sus pedidos, debido a que la empresa no consigue materia prima para trabajar a causa de sus importantes deudas con los proveedores.

Hoy e han desplazado a Santiago cerca de quinientas personas. La mitad serán relevadas cada día, siendo sustituidas por otras que llegarán cada mañana a la capital gallega para mantener una presión constante ante la Xunta.