Durante la protesta, que tuvo como lema "Industria láctea y distribución roban al ganadero y al consumidor", los manifestantes hicieron sonar los cencerros de sus vacas y repartieron 3.000 litros de leche. Además, hicieron estallar varias tracas y petardos y trataron de quemar una pila de bricks de leche, aunque no lo consiguieron por la intervención de la Policía.

En declaraciones a los periodistas, el secretario general de la coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG), Miguel López, afirmó que "estamos aquí para que se salve el sector lácteo español" que, además de soportar un incremento del 40% del coste de las materias primas, debe afrontar ahora las rebajas impuestas por la industria.

Dichas rebajas, según los ganaderos, las impone la industria cuando la leche ya ha sido entregada dejando, sin dejar capacidad de respuesta a los productores.

Además, denuncian a las cadenas de distribución que, según COAG, compiten de forma desleal al vender la leche de sus marcas blancas a precios demasiado bajos.

Asimismo, al Ministerio lo critican por su falta de actuación y por haber aprobado en Bruselas un incremento lineal de la cuota láctea del 2%, igual a todos los países, beneficiando especialmente a los grandes competidores de los ganaderos españoles, que son los alemanes y los franceses.

De hecho, frente al incremento de unas 120.000 toneladas de la cuota láctea española, los ganaderos franceses pueden aplicar un incremento de 500.000 toneladas al contar con una cuota sensiblemente superior a la de España.

"Estamos entregando nuestro mercado a los competidores", denunció López, quien acusó al Gobierno de "no querer hacer nada".

Por su parte, en el interior del Ministerio, el secretario general de Ganadería, Carlos Escribano, respondió a los manifestantes que el Gobierno no puede hacer nada en materia de formación de precios porque éstos se definen según un contrato libre entre las partes.

Defendió, asimismo, que el Ministerio, tras los incidentes producidos en las últimas semanas frente a las factorías de leche, ha impulsado el diálogo entre los ganaderos y la industria y que ambas partes se han comprometido a elaborar un código de buenas prácticas que regule las relaciones contractuales.

En cuanto a la cuota láctea, recordó que ésta es la cuarta vez que se produce un incremento y que todos los anteriores también fueron lineales y contaron con el respaldo de los agricultores.

"No entendemos que ahora haya suscitado tanto rechazo cuando es muy inferior a la última, la de 2003", prosiguió Escribano, quien defendió que "la reestructuración del sector para evitar su desaparición pasa por incrementar la cuota".