El cuidado puesto por el personal, la situación privilegiada en un jardín (o en un bosque, en el caso de un cementario barcelonés); el mantenimiento de las tumbas durante cincuenta años; azafatas de compañía, e incluso financiación de alguna entidad bancaria son algunas de las caractersticas que hacen inclinarse a cada vez más personas por servicios cuyas tarifas duplican en muchos casos los servicios municipales.

En la mayoría de estos camposantos, la responsabilidad está no sólo en manos privadas, ya que los ayuntamientos de las poblaciones donde se asientan tienen también participación.

"Roques Blanques", en Barcelona, es gestionado por manos privadas en un suelo público; el cementerio-jardín de Alcalá de Henares, en Madrid, tiene una participación privada del 49 por cientoy el resto de la corporación municipal. Las otras instalaciones privadas destinadas a enterramientos son el Parque de la Paz y San Jaime, en Valencia; "Bon Socec", en Mallorca, y otro más en Sevilla.

La demanda de terrenos en estos cementerios aumentan cada año, según datos aportados a Servimedia por las gerencias, y en algunos casos, como el de Alcalá de Henares, los propietarios superan los 1.500, con una medida de una nueva contratación diaria.

"La gente se toma la muerte de forma más tranquil y contrata el terreno", explicó a esta agencia Ignacio Castillo, director comercial del cementerio-jardín de Alcalá de Henares, "quieren vivir más años pero no se olvidan de cuidar la que será su tumba o la de sus familiares".

ESPACIOS AMPLIOS Y VERDES

Algunos de estos cementerios privados, de hasta 40 hectáreas, se asemejan más a un amplio parque con césped bien regado. Todos los cementerios privados ofrecen características especiales, aunque no exclusivas, como las tumbas "para toda la vida", conpropiedades escrituradas que pasan de padres a hijos, en lugar de los habituales alquileres por diez o veinte años.

También ofrecen servicios duraderos más allá de los propios del día del entierro, que van desde los 50 años de mantenimiento y limpieza de lápidas por el personal, atención de azafatas, capillas, cafeterías y aparcamientos espaciosos, entre otros.

Los costes medios son de unas 350.000 pesetas por nicho, 1,5 millones las sepulturas y unas 140.000 pesetas el metro cuadrado de terreno ara panteones, mientras la incineración suele costar unas 75.000 pesetas, según manifestaron a Servimedia fuentes de las gerencias de estas empresas.