Estas asociaciones de consumidors analizan todos los gastos posibles de una comunión, evento que se celebra habitualmente en el mes de mayo, y aconsejan a las familias que opten siempre por lo más barato y se olviden de accesorios que no son imprescindibles.

Indudablemente, el apartado más caro es el restaurante. Según las organizaciones de consumidores, si se opta por un restaurante, un ágape para unas 30 personas puede salir por unas 150.000 pesetas, dependiendo del menú que se elija. Por ello, las asociaciones de consumidores recmiendan hacer una comida sencilla en casa o elegir otras opciones más económicas a la comida en un restaurante, como invitar a un aperitivo.

Las fotos de la comunión también suponen un desembolso importante. Las organizaciones denuncian que en algunas iglesias y restaurantes se impone a un fotógrafo contratado por el local, cuando lo más interesante, aseguran, es que algún miembro de la familia haga las fotos.

El precio del traje de comunión varía si es para un niño o una niña y dependiendo del qe se elija. Para una niña, el más caro es el largo de organdí, que puede llegar a costar hasta 50.000 pesetas, frente a las 17.000 del más barato. Si el modelo es de hábito de monja, sale por unas 13.000 pesetas.

En el caso de los niños, el traje más caro es el de almirante, que puede llegar a costar alrededor de 39.000 pesetas, mientras que el de marinero tiene un precio de unas 14.500 pesetas. A estas cantidades hay que sumar el precio de los accesorios como chaquetas, enaguas, calcetines, bolsitos,corbatas, pajaritas, biblias, recordatorios o rosarios.