CEIM señaló que se trata de una huelga sindical, avalada por COPYME, "asociaión de escasa representatividad en el comercio madrileño" y consideró que los problemas que plantea la ampliación de horarios comerciales deben resolverse por la vía del diálogo y la negociación, y no por un cierre de establecimientos, "que no va a servir para solucionar ni este, ni otros graves problemas de adaptación, modernización y competitividad, que tiene planteados el pequeño comercio".

La patronal madrileña lamentó que el Gobierno no dialogase previamente con las organizaciones empresarialesafectadas, ya que "podría haberse mejorado" el decreto aprobado "sin perjuicio de criterios liberalizadores en los que los empresarios están de acuerdo con carácter general, pero que hay que aplicar con prudencia si no se quiere romper el equilibrio en un sector de tanta importancia en la economía del país como el comercio".

Por lo tanto, CEIM se opone al cierre de establecimientos como muestra de protesta, ya que "no va a solucionar el problema de los pequeños comerciantes, va a provocar crispacióny puede dificultar la acción conjunta de todo el comercio a la hora de plantear reivindicaciones y propuestas".