"Stride", de sólo tres kilos de peso y que stará a la venta en los Estados Unidos antes de que finalice el año, tiene en su interior un mapa electrónico unido a un sistema global de localización por satélite que indica al ciego a través de un altavoz el lugar donde se encuentra, los pasos que le quedan hasta un semáforo, una curva, la dirección que debe tomar y la ruta a seguir.

Antes de partir hacia la dirección indicada, el usuario de la mochila debe escribir en un ordenador personal el nombre de la calle o lugar al que se dirige. Cuando el rdenador tiene toda la información de dónde se encuentra el usuario y a dónde va, éste establece contacto electrónico con un sistema de orientación global por satélite, que es el encargado de dirigir a la persona hacia el lugar deseado.

Las personas ciegas que lleven la mochila, cuyo precio rondará las 250.000 pesetas, deberán acompañarse de perros o bastones, ya que el mapa no incluye los obstáculos.