En los últimos años, según la CECU, la publicidad se ha triplicado, lo que ha ocasionado una disminución en la calidad de los anuncios y una búsqueda insaciable de nuevas fórmulas alternativas que, con freccencia, rozan el límite de la legalidad.

Ante esta situación, y partiendo del hecho demostrado de que los productos o servicios que más publicidad utilizan suelen ser los más caros y no simpre los mejores, la CECU aconseja:

1- A la hora de adquirir un producto o servicio, fijarse, por encima de la publicidad que se le haya dado, en su calidad o utilidad y precio.

2- Tener en cuenta que los productos con mucha publicidad suelen ser más caros, porque incluyen en el precio los gastos de publicidd.

3- Comprar sólo lo necesario, comparando antes los precios y la calidad.