La CECU dice que a pesar de que la normativa vigente que regula las instalaciones eventuales (barracas provisionales, caballitos giratorios, carruseles, etcétera) deja claro que han de reunir las condiciones de seguridad, higiene y comodidad necesaria para los usuarios, "lo que no está tan claro es la responsabilidad de las distintas administraciones y las empresas que fabrican y expltan estas instalaciones".

Para la apertura al público es necesaria una licencia del Ayuntamiento, previo informe de un facultativo, aunque es el Ministerio de Industria el que comprueba si el aparato cumple las condiciones de seguridad. Además, tanto los ayuntamientos como las administración central o a veces la autonómica tienen la competencia de inspeccionar regularmente los locales destinados a espectáculos o recreos públicos.

Por ello, la CECU pide la máxima responsabilidad de todas las adminstraciones implicadas en el tema para que se resuelva esta situación, de forma que se garantice de forma efectiva la seguridad de los usuarios de los recintos feriales.