CEAR destaca en una nota algunos de los aspectos que le "inquietan" de este proceso, como su ámbito exclusivamente laboral y que deje fuera a los menores y a los que no estén empadronados antes del pasado 7 de agosto aunque tengan un empleo.

Asimismo, lamenta que queden fuera de esta normalización los extranjeros sin recursos laborales, aquellos que no tienen documentación (pasaporte o cédula) por provenir de un país en conflicto y los que buscan la protección del asilo en España, entre otros.

Por ello, CEAR propone flexibilizar este proceso para dar cabida no sólo a aquellas personas que tengan un empleo. A su juicio, los permisos de residencia no laborales pueden ser una solución para todos aquellos que no requieran una incorporación inmediata al mercado de trabajo.

Para las personas que no puedan aportar pasaporte o cédula de inscripción (como es el caso de kurdos, palestinos y apátridas en general), CEAR propone que estos casos particulares se contemplen de forma específica teniendo en cuenta su situación personal.

Finalmente, la ONG pide al Ejecutivo que permita a los extranjeros que no se hayan empadronado antes del 7 de agosto de 2004 presentar el sello de entrada en el pasaporte, billetes de avión, envíos de dinero, abonos transporte, informes médicos, apertura de cuentas bancarias o cualquier otro documento oficial (tarjetas amarillas de solicitantes de asilo, tarjetas de estudiante, etc.) como acreditación de su permanencia en España.