"Ciudadanía y Sentido" sería la asignatura obligatoria, evaluable y computable que podría estudiarse a lo largo de toda la enseñanza obligatoria y el bachillerato. Se cursaría a través de distintas optativas entre las que habría una genérica cuyo enfoque englobara la pluralidad confesional de la materia y otras que enfocarían la misma desde las distintas confesiones religiosas.

En definitiva, según Abelló, "se llame como se llame", supone trasladar la religión, "que debe formar parte del ámbito privado y familiar", al entorno de la escuela pública, escuela que CEAPA entiende como "laica".

"La religiosidad en sí, reciba el nombre que reciba, no debe tratarse en el expediente" y "no debe ser computable porque es una opción libre y personal", concluyó la presidenta de los padres laicos.