CEACCU ha reclamado reiteradamente el control y la regulación de contenidos televisivos perjudiciales para la infancia, para lo cual recogieron más de 100.000 firmas en una campaña promovida por esta coordinadora y la Asociación Trylus de Valencia.

Sin embargo, las organizaciones confederads no están plenamente convencidos de la eficacia de esta ley, ya que "entienden que la aplicación de esta medida será insuficiente ya que la nueva ley no define con precisión los criterios para calificar de gratuitos o de inevitables esos contenidos de sexo y violencia en horario diurno".

Por ello señalan la necesidad de no bajar la guardia, porque el filtro de esos programas nocivos "quedarán al criterio de las cadenas televisivas y al mejor o peor control del Gobierno y de los grupos sociales".

También están satisfechos con la inclusión de la autopromoción de las cadenas en esas limitaciones, "porque en bastantes ocasiones, los avances de películas nocturnas con fuertes cargas de sexo y violencia se llevaban a cabo en el horario infantil".

Antes de la modificación por el Senado del Proyecto de Ley, CEACCU había emitido un informe sobre el anteproyecto en el que solicitaba la prohibición de emitir en horario infantil mensajes que pudiesen afectar a los niños y rechazaba la propuesta de advertr únicamente de ello por medios acústicos y ópticos, como proponía el anteproyecto.