A su juicio, esta alternativa al sistema actual, donde las operadoras se facturan entre ellas las cuotas de interconexión, pone de manifiesto que "el regulador se reconoce ineficaz para garantizar dos aspectos básicos de este servicio: que funcione la competencia real y que las tarifas sean razonables y ajustadas a los costes".

El proyecto, según Ceaccu, "pone de manifiesto la falta de competencia que existe en el sector, reconocido explícitamente por la comisaria".

"Así las cosas, y teniendo en cuenta además que el número de líneas de telefonía móvil es ya muy superior a las de telefonía fija, está perfectamente justificado la declaración de la telefonía móvil como "servicio universal", añadió.

Por último, Ceaccu expresó sus dudas con respecto a la viabilidad jurídica del proyecto, en la medida en que encuentra de difícil justificación cobrar por un servicio (la recepción de la llamada) que no se ha solicitado.