En un desayuno mantenidocon diversos medios informativos en el Ministerio de Defensa, el comandante Pardo de Donlebún y el capitán del Ejército de Tierra Francisco Rosaleni explicaron los pormenores de la misión comunitaria en la guerra civil que se está desarrollando en Yugoslavia.

"Lo que más nos ha impresionado es el drama de la población civil", señaló Pardo de Donlebún. "No es una guerra que tiene lugar en un frente de batalla, sino que, lamentablemente, se libra en las poblaciones, en los pueblos. Es dentro de Vukovar onde, durante 87 días, se ha librado una batalla", manifestó.

El conflicto yugoslavo es una guerra fraticida, según confirmó el militar español. "Lamentablemente es así", dijo; "serbios y croatas han vivido durante muchos años muy mezclados, se han casado unos con otros. Cuando luchan hermano contra hermano, el padre está en un frente y el hijo en otro, uno deja el Ejército Federal y se va con el contrario, por lo que es considerado como un traidor". Por ello, considera muy difícil encontrar una solucón inmediata.

Pardo de Donlebún explicó que, al ser una guerra que divide tan profundamente a las familias y la sociedad, se ha llegado a un punto "irreversible" del enfrentamiento, que consiste en una "dinámica de ruptura constante del alto el fuego, que es muy difícil de detener".

La misión de los observadores europeos es una "labor de buenos oficios, de intentar poner paz entre las partes", dijo el comandante de Infantería de Marina.

Pardo de Donlebún precisó que los militares comunitario, vestidos de civil, de color blanco y con distintivos de su condición y procedencia, están a las órdenes de los diplomáticos destacados en Zagreb. Estos, a su vez, mantienen contacto en todo momento con la presidencia holandesa de la Comunidad Europea y con lord Carrington, presidente de la Conferencia de Paz para Yugoslavia.

DISTRIBUIDOS EN CENTROS REGIONALES

Distribuidos en distintos centros regionales, los observadores militares visitan los diferentes frentes (Eslavonia, Vukovar, Osijek, etc.) pra comprobar si se observa el alto el fuego, denunciar sus violaciones, verificar que se desbloquean las instalaciones del Ejército Federal en Croacia, así como si sus unidades son evacuadas y marchan hacia Serbia.

Además, y ocasionalmente, los enviados comunitarios colaboran en la medida de sus posibilidades en misiones humanitarias o atienden peticiones concretas de información procedentes de alguna embajada.

A pesar de que ya se han producido 13 acuerdos de alto el fuego que no han sido respetdos por las partes, Pardo de Donlebún manifestó que los observadores europeos han conseguido "pequeños acuerdos" para lograr que el número de víctimas del conflicto sea el menor posible.

Como muestra de estos pequeños logros, el comandante de Infantería de Marina citó la evacuación de los heridos del hospital de Vukovar el 19 de octubre o el acuerdo entre el comandante de la base naval de Split con los trabajadores de unos astilleros civiles cercanos para rebajar el clima de tensión existente.

Pado de Donlebún insistió en que ellos sólo hacen de mediadores y no intervienen en la negociación entre serbios y croatas. "Tenemos que ser muy respetuosos con nuestra neutralidad", afirmó contestando a una pregunta sobre si eran requeridos por alguno de los bandos para obtener su apoyo.

El jefe militar también anunció que España enviará próximamente 12 vehículos todoterreno para ser empleados en las tareas de verificación.

El grupo de observadores militares español, compuesto, además de por Pardode Donlebún y Rosaleni, por el comandante de Infantería de Marina Miguel Montoto, el capitán de Tierra Jorge Bertolín y el capitán del Ejército del Aire Juan Martín Albo, comenzó su labor el pasado 2 de octubre y será relevado a finales de año, si antes no han terminado las hostilidades.