En octubre de 1998, ambas compañías llegaron a un acuerd de cooperación que fue notificado a la comisión con el fin de obtener su autorización, aunque, según el órgano europeo, las empresas ocultaron los elementos equivalentes a un acuerdo global de división del mercado.

La CE sospechó que el acuerdo de cooperación cubría un campo más amplio y restrictivo para la entrada de otras compañías y, en junio de 2000, comenzó una inspección de las dos empresas, en la que encontró pruebas que indicaban que ambas compañías habían acordado una cláusula general de no ompetencia, por las que Maersk Air no lanzaría nuevos enlaces internacionales desde Dinamarca sin el consentimiento de SAS.

Por su parte, la línea escandinava no explotaría los enlaces que Maersk Air tiene en la salidad del aeropuerto danés de Billund, el segundo del país nórdico.

Para la Comisión Europea, este acuerdo supone una "grave infracción" del derecho comunitario en materia de competencia, con perjuicios para los pasajeros escandinavos al limitar su elección y al hacerles pagar tarifas ms elevadas, al no haber otras compañías que hicieran la competencia a ambas empresas.