La propuesta establce un procedimiento de incineración y de control de las emisiones, "con el mayor nivel de exigencia posible y en armonía con las tecnologías más avanzadas".

Los ministros de Medio Ambiente han decidido establecer un contol "estricto" sobre las emisiones de metales pesados, dioxinas y furanos, sustancias que no estaban reguladas por ninguna normativa comunitaria.

Las mismas fuentes indicaron que si bien la estrategia de la CE es la reducción de los residuos en origen, "es importante poder disponer de técnicas e instalaciones adecuadas para el tratamiento final de los residuos peligrosos".

Según el ministro en funciones de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, "hay que orientar los procesos productivos para inimizar los residuos, pero también se deben incinerar, en los casos que se requiera y con todas las garantías técnicas, para que éstos no se abondonen por el territorio, produciendo un mayor riesgo".

A finales de 1995, los estados miembros deberán trasponer la directiva a sus legislaciones nacionales. En el caso de las emisiones de dioxinas y furanos la nueva normativa entrará en vigor en enero de 1997.