Entre esas irregularidades, la CE ha descubierto que, con el pretexto de utilizar losaseos, numerosos candidatos llamaron por el teléfono móvil desde el excusado a sus cómplices y obtuvieron así las respuestas correctas, que luego escribieron al regresar a sus mesas respectivas.

El portavoz del eurocomisario responsable del reclutamiento de funcionarios, Erkki Liikanen, reconoció hoy la realidad del escándalo levantado en torno a las oposiciones, celebradas el pasado día 14 en 38 ciudades europeas.

Ante las quejas recibidas, la Comisión ha decidido que todos los candidatos deberá volver a presentarse dentro de unos meses, en una fecha todavía no precisada.

Las quejas procedían sobre todo de Bruselas -donde se examinaron 800 de los 4.600 españoles-, Milán, Luxemburgo, Lisboa y Copenhague. Pero la que colmó el vaso no fue la denuncia del teléfono móvil sino la planteada por una candidata italiana, acerca de la fuga de las preguntas del examen el día anterior.

Los responsables de la organización descubrieron que fue un "eurofuncionario" el que había filtrado el cuestionarioa sus amistades.

DIRECCION FALSA

En Milán la situación sobrepasó el límite del ridículo, cuando los candidatos a la prueba fueron convocados a una dirección falsa, a varios kilómetros de la verdera.

El portavoz de la Comisión no quiso reconocer ese fallo, aunque sí admitió que en Milán, en pleno examen, los vigilantes tuvieron que "ausentarse para buscar papel, que faltaba", ausencia que naturalmente aprovecharon muchos para copiar.

La anulación supone un importante costo económico para laComisión y una enorme cantidad de molestias para los candidatos, que deberán volver a estudiar muchas horas para no olvidar dentro de unos meses lo que ahora tenían fresco. La indignación de los candidatos ha ido en aumento pocas horas después del anuncio, dado que muchos llevaban años esperando esta ocasión. La última oposición general a "eurofuncionarios" de categoría A -los mejor pagados- se celebró en 1993.