Se trata de la primera queja que registra la CE tras la "cumbre" de la Tierra de Río de Janeiro. Su admisión a estudio representa una contrariedad para la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, que siempre ha defendido el escaso impacto ambiental del proyecto.

Aedenat ha denunciado la presunta infracción por parte del Ayuntamiento de Madrid del artículo 4 de la directiva comunitaria 79/409/CEE, relativo a la conservción de los hábitats de las especies incluídas en su anexo 1.

La organización de defensa del medio ambiente considera que la incineradora de Valdemingómez tendrá un impacto negativo sobre determinadas aves que se hallan en peligro de extinción como el halcón común, milano negro, cernícalo primilla, alimoche o búho real.

La planta se encontraría a menos de un kilómetro de distancia y en la dirección de los vientos dominantes de importantes poblaciones de estas especies ornitológicas.

Los ecolgistas afirman además que en la zona habitan otras muchas especies animales, debido a la convergencia en un espacio relativamente reducido de diferentes ecosistemas (cantiles rocosos, bosque de galería, lagunas, cultivos cerealistas, bosque y matorral mediterráneo...); una zona cuyo trámite para ser declarada espacio natural protegido por la Comunidad de Madrid está en marcha.

Además, el proyecto de incineradora ha despertado un importante rechazo en los municipios colindantes, algunos de los cuales (ivas-Vaciamadrid, San Martín de la Vega y Coslada) han aprobado mociones contra su construcción.

Hasta la fecha han tenido lugar dos marchas de varios miles de personas contra la incineradora. A partir de ahora se abre un período de investigación por parte de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comision de la CE, que requerirá de las autoridades españolas las informaciones oportunas tanto sobre la directiva mencionada anteriormente como sobre las relativas a la evaluación del impacto ambienta.