El secretario genera de CDC y portavoz de los nacionalistas catalanes en el Congreso, Miquel Roca, destacó en su comparecencia que a pesar de las fuertes críticas que recibieron las propuestas de CiU, una vez cerrado el acuerdo sobre la sanidad y la participación en los fondos de cohesión, las autonomías han cambiado radicalmente de opinión.

Roca aseguró que "estas cuestiones fueron objeto de críticas graves, y a veces incluso groseras, sobre si pretendíamos quedarnos con el dinero y ahora resulta que los acuerdos obtenios han sido valorados positivamente por todas las comunidades".

Por su parte, el presidente de Convergència Democràtica de Catalunya y de la Generalitat, Jordi Pujol, consideró que los ataques que hasta ahora había recibido la coalición eran de carácter político anticatalanista, pero añadió que ahora parecen haberse convertido en personales.

Pujol hizo estos comentarios al referirse al debate monográfico sobre incendios celebrado esta semana en el Parlamento catalán y en el que CiU tuvo que votaren solitario una resolución que aprobaba la política antiincendios de la Generalitat.

Según el presidente del Gobierno catalán, este debate ha puesto de manifiesto el endurecimiento en el diálogo político con el PSC y el PP, a los que acusó de haberse llevado "hecho el discurso" a la Cámara catalana.

Sobre la negociación de los presupuestos autonómicos con los socialistas catalanes para 1995, Pujol señaló que no será una negociación en el sentido amplio de la palabra, sino que se tratará de contatos informativos que también se extenderán a otras formaciones y a los sindicatos.