Además, indicaron en un comunicado que el Gobierno de Egipto “obstaculiza cualquier expresión pacífica de reunión y manifestación” y “no muestra ningún interés en impulsar políticas de mejoras climáticas, ni respeta los convenios internacionales”.

Para CCOO y UGT, el Ejecutivo egipcio tiene “una larga trayectoria en dejar impune los comportamientos violentos, asesinatos, torturas a activistas como Giulio Regeni o Patrick Zaki”.

Con su ausencia, ambas organizaciones sindicales se suman al descontento generalizado en el entorno de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y la Confederación Sindical Internacional (CSI).