Según CCOO el escape radiactivo que se produjo el pasado mes de mayo en la empresa Acerinox (Cádiz) revela que siguen sin solucionarselos problemas derivados del almacenaje y traslado de la chatarra radiactiva que, procedente de países no comunitarios, entra en las acerías europeas como materia prima.

Este material, revela el sindicato, entra en España por vía marítima y podría detectarse en las aduanas portuarias. Sin embargo, la chatarra que se transporta por tierra, donde ya no existen aduanas fronterizas, es imposible decontrolar.

Por este motivo, afirma CCOO, es imprescindible que exista un control fronterizo y normas inernas en el conjunto de la Unión Europea, por lo ha solicitado que la Comisión Europea tome cuantas medidas sean necesarias para resolver esta cuestión en el ámbito comunitario.