"Hay que tener en cuenta que esta venta se lleva a cabo pese a los beneficios que registra esta división y obedece a una estrategia de retirada de capital en suelo español", explicó el sindicato, que sospecha que esta actuación "es la primera fase de abandono".

Los 423 trabajadores de los centros de Gavá-Viladecans, Barcelona, Castellbisbal y Alcalá de Henares se dedican a la fabricación de emisores de acero (radiadores y paneles) y calderas.

"La operación pone en peligro estos empleos, ya que no queda definido el interés empresarial en un proyecto industrial, más allá de la captación del circuito comercial y la marca Roca", denunció CCOO.

El pasado 11 de mayo se llevó a cabo una reunión entre los comités de empresa y la dirección, en la que la multinacional informó de su intención de proceder a la venta de esta división lo que, en opinión del sindicato, podría acarrear a corto plazo regulaciones de empleo, un empeoramiento de las condiciones laborales y, en último término, el cierre de los centros "vendidos previamente sin garantías".