En un comunicado, el sindicato señala que "el Plan de Inclusión Social no asume objetivos cuantificables y se limita a una enumeración de planes ya existentes".

Según la central, "la ausencia de metas cuantificadas continúa siendo una debilidad estratégica, especialmente en los ámbitos de la salud, la vivienda y la educación".

"Máxime cuando durante los últimos años, a pesar de haber mantenido la economía española un crecimiento anual del PIB por encima de la media europea, el gasto en protección social sigue estando a la cola (20% del PIB frente al 27,1% de la media de los Quince) y se concentra sobre todo en ayuda al desempleo, pensiones y gasto sanitario", agregó la nota.

Asimismo, destacó CCOO que "si nos centramos exclusivamente en el gasto social destinado únicamente a la lucha contra la pobreza y la exclusión social apenas llega a los 1.135 millones de euros y continúa estancado desde 1993 en el 0,15% del PIB".

A su juicio, esta cifra es especialmente preocupante si tenemos en cuenta que en ella se incluyen todos los programas estatales de lucha contra la exclusión (Plan Gerontológico, 48 millones; Plan Concertado de Servicios Sociales, 90; Discapacidad, 4,9; Apoyo a las familias, 13; Alzheimer, 9,3; Inmigración, 3,7; Voluntariado, 3,3; Gitanos, 3; Conciliación de la vida personal y laboral, 28,7; Menores, 3,9; ONGs, 9,6, etc.).

Para CCOO, el III Plan de Incusión Social debe evitar ser una recopilación genérica de propuestas y tiene que definir objetivos básicos, pocos pero fundamentales, bien identificados y cuantificados.

Esfuerzo presupuestario, precisión del colectivo preferente, demarcación de los ámbitos territoriales a cubrir y mejora de los programas de Rentas de Inserción Social son algunas de las propuestas de la organización que dirige José María Fidalgo para este nuevo Plan de Inclusión Social.