La nave incendiada, de unos 600 metros cuadrados, fue declarada en ruina. Según el primer informe de la Guardia Civil, se desconocen las causas del siniesto, que causó pérdidas de unos 100 millones de pesetas.

En la empresa trabajaban 22 disminuidos físicos, psíquicos y sensoriales a los que se les adeudaba una mensualidad y pagas extraordinarias.

Los responsables del Sindicato de Construcción y Madera de CCOO piden a la Inspección Provincial de Trabajo que esclarezca las causas del incendio, con el fin de buscar responsables y proteger los intereses de los trabajadores de la empresa.

Asimismo, explican que CCOO ya había denunciado ante la autridad laboral varias veces a la empresa antes de que se produjera el siniestro, por irregularidades en materia de contratación, salarios y salud laboral.

En concreto, CCOO recuerda que en una de las denuncias contra la empresa Pérez del Río, SAL, la Inspección Provincial de Trabajo levantó acta por descubiertos a la Seguridad Social, así como varias actas de infracción en materia de salud.

Las denuncias de Comisiones contra Pérez del Río, SAL fueron presentadas ante la Inspección de Trabajo de Marid el 16 de febrero de 1990, con una ampliación posterior de la denuncia el 23 del mismo mes, y el día 4 de mayo de 1990.