En declaraciones a Servimedia, Moreno indicó que "me parece estupendo que haya sectores que se planteen la necesidad del diálogo y de la búsqueda de acuerdos con los sindicatos, pero el problema es la credibilidad de este tipo de afirmaciones".

Para Moreno, "aquí y ahora, no es el momento de filosofías, grandes discursos o milongas sobre qué es el estado del bienestar o qué es ser de izquierdas, sino que es el momento de oponerse en lo concreto, no votando la 'contrarreforma' laboral", dela que dijo que es "un auténtico atropello hacia los trabajadores y sindicatos de este país".

Moreno dijo, refiriéndose a Guerra, que "aquellos que quieran ser simplemente socialdemócratas y que no quieran hipotecar su credibilidad actual y en el futuro deben oponerse a la política neoliberal del Gobierno, y eso es lo que no está claro que en la práctica se haga".

"Está bien la teoría de Guerra sobre el papel, pero la contradicción es con la práctica, porque en la práctica lo que están haciendo -l Gobierno- es dinamitar sus propias bases sociales y electorales", agregó el responsable de CCOO.

Según Moreno, los sectores que Guerra citó en su discurso de ayer para realizar una política de alianzas, como los jóvenes, jubilados, mujeres y otros, son lo que apoyaron la huelga del 27-E y "los que están enajenándose y colándose en contra y les pasarán una durísima factura electoral si se lleva adelante la reforma laboral".

A su juicio, "hay una contradicción flagrante entre el discurso teóricoluego la práctica del Gobierno, que se está colocando en frente de la mayoría social de este país". Moreno señaló que no se pueden trivializar las diferencias entre el Gobierno y los sindicatos, y recordó que ha habido cuatro huelgas generales con los socialistas en el poder.

Para Moreno, sólo con que Guerra votase contra la reforma laboral tendrían credibilidad sus llamadas a esfuerzos en el diálogo. El responsable de CCOO recordó que Guerra ha sido "cómplice" durante muchos años de la política del obierno y "ahora tiene la oportunidad de ser coherente, pero no sólo en el discurso, sino en la acción y en la práctica política".