Las instalaciones de incineración de residuos provocan, a pesar de los filtros que puedan tener, un aumento de las emisiones contaminantes y especialmente de sustancias caracterizadas como "compuestos orgánics persistentes" (COPs), según el sindicato.

CCOO añadió que, "ahora que se ha aprobado un convenio internacional para limitar estos COPs, no se puede establecer una política de gestión de residuos que se oriente hacia la incineración y aumentar dichas emisiones".

"Además, la tecnología de gestión de residuos ha avanzado y ahora existen alternativas de destrucción para los residuos industriales basadas en técnicas distintas a la combustión, como por ejemplo el sistema de eliminación de PCBs en Ausralia", apuntó CCOO.

El sindicato pidió que el mencionado borrador se discuta, "en primer lugar, con todos los agentes sociales, en el marco del Consejo Asesor de Medio Ambiente".

NUEVO PLAN

CCOO recordó que ha pedido en repetidas ocasiones la elaboración de un plan para los residuos peligrosos que dé continuidad al que se aprobó en 1995 y cuya vigencia finalizó en diciembre de 2000.

El plan de 1995 descartaba la incineración y proponía una reducción en origen del 40 por ciento de los resiuos peligrosos, así como la realización de inventarios y planes autonómicos.

CCOO denunció asimismo que los sucesivos gobiernos del PP se olvidaron prácticamente de este plan y no lo dotaron presupuestariamente: 8.000 millones de pesetas de inversión frente a los 45.610 previstos inicialmente.

El resultado es que las previsiones de reducción en origen y de reutilización y reciclaje "in situ" no se han cumplido. Es más, Medio Ambiente no dispone de datos para hacer un balance del mismo, mientras qe el Instituto Nacional de Estadística ha estimado que en 1999, en vez de disminuir, la generación de residuos peligrosos aumentó un 15% respecto a 1995.