"Lo razonable, por el proceso que se ha seguido durante estos meses en asambleas congresuales, es que finalmente, a no ser que nos asuman buena parte de las enmiendas, las más sustantivas, haya una lista alternativa a la Ejecutiva, que la encabezaría yo", afirmó.

Moreno indicó que su lista está ya prácticamente cerrada, "a fata de un empujón de cinco minutos. Nos hemos puesto de acuerdo con los criterios de disponibilidad y posibilidades para el trabajo en la Ejecutiva, pero no hemos puesto los nombres. No hay absolutamente ningún problema ni ninguna pelea por estar".

No obstante, indicó que no la presentará públicamente hasta el último día. Confirmó que, además de él, en su lista va Salce Elvira, actual secretaria de Empleo de CCOO. "Es una lista de bandera, con gente muy valiosa y representativa", aseguró, al tiempo quecriticó la lista de Gutiérrez, de la que dijo que "baja el nivel de la dirección efectiva del sindicato".

"Yo no aspiro a ser secretario general de CCOO. Yo aspiro a que si en este Congreso no es posible, porque las habas están bastante contadas, en el año 2000 la línea que representamos el sector crítico tenga una mayoría amplia en CCOO, y quién encabezará esa alternativa se verá en su momento", explicó.

Moreno cree que conseguir un apoyo superior al 30% es "difícil", aunque "algo se puede mover. Explicó que si no se modifica el número actual de miembros de la Ejecutiva (20) y los apoyos actuales, el sector oficial tendría 13 miembros y 7 el crítico.

Denunció que la intención última de Antonio Gutiérrez es que estos 7 estén en la Ejecutiva, pero sin responsabilidades, y aseguró que si él ganara el Congreso incluiría en su Ejecutiva a Antonio Gutiérrez y con una responsabilidad importante, porque "es un buen cuadro y en CCOO no sobra nadie". "Si ganáramos el Congreso, ahora o en el 2000, siemre integraremos, porque esa es la cultura de CCOO", añadió.

FLOREROS EN LA EJECUTIVA

El responsable de CCOO aseguró que no tiene apego al cargo y que "no queremos cargos pagados con silencio", y dejó claro que tras el congreso "seguiremos opinando y defendiendo nuestras ideas". "Antonio designará quiénes tienen responsabilidad y quiénes serán floreros en la Ejecutiva, pero no conseguirá que seamos floreros porque seguiremos opinando", aseguró.

A su juicio, "un apoyo del 30% en un Congreso dirigdo y organizado desde el aparato significa que la relación de fuerzas real en las bases está muy próxima al 50%. Estamos muy esperanzados, porque el sector oficialista tiene el aparato en este Congreso, pero nosotros tenemos el futuro", afirmó.

Moreno, que descartó totalmente la posibilidad de una escisión en CCOO a pesar de las grandes diferencias con Gutiérrez, señaló que a estas alturas, cuando queda un día para el Congreso, alcanzar una lista de consenso "es muy difícil, porque el sector oficial n tiene el menor interés".

"Si se recogiera una parte importante de nuestras propuestas y enmiendas", explicó Gutiérrez, "eso facilitaría los acuerdos respecto a los órganos de dirección, pero parece bastante obvio que el sector oficial no tiene interés".

Sobre el voto de castigo que podría recibir Camacho en este Congreso, indicó que sería "disparatado" y "miserable" y que supondría "tirar piedras contra la propia historia de CCOO". Moreno dijo que Camacho, por los contactos que ha mantenido con l, se presentará a la reelección y dijo que su deseo es "seguir opinando hasta el último día".

Denunció que "la persona que más encabeza esa campaña de acoso y derribo de Camacho es el propio Gutiérrez", porque "en el sindicalismo también funciona el manual psicoanalítico y freudiano de la necesidad de matar al padre para reafirmarse. Pero yo creo que la cosa va más allá, que el sector oficialista necesita apropiarse de la historia del sindicato para desnaturalizar el proyecto de CCOO".

Eso, a sujuicio, es lo único que puede justificar la saña contra Camacho. Anunció que el sector crítico recogerá durante el Congreso avales de apoyo a la candidatura de Camacho como presidente de CCOO, y expresó su confianza en que finalmente el sentido común de los delegados se imponga en el Congreso. Lamentó que este congreso se haya planteado como "un ajuste de cuentas contra Camacho y otros que cometemos el delito de opinar".