CCOO. FIDALGO RECUERDA QUE EL CONGRESO "ELIGE AL SECRETARIO GENERAL, NO AL NUMERO DOS"
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El secretario general de CCOO, José María Fidalgo, argumentó hoy, en una entrevista al diario "El Mundo", que la sustitución de Rodolfo Benito como responsable de Organización se debió a que "la acción del sindicato no se etaba trasmitiendo como yo creía que debía hacerse, y por lo tanto, como responsable, debía ser sustituido", a la vez que recordó que el Congreso del sindicato "elige al secretario general, no al número dos".
Fidalgo no cree que se haya cerrado la crisis en falso y que se necesite un Congreso Extraordinario incluso consideró que ha reforzado su posición como secretario general. De hecho, no quiso citar la palabra "crisis", "puesto que los cambios no afectan ni a las bases del sindicatos ni al comité cofederal".
El líder de CCOO dijo no estar arrepentido de la decisión tomada y agregó que "si en un futuro tuviera que hacer otra remodelación, la haría".
Fidalgo aseguró que la salida de Benito "no es una destitución", sino que es "la sustitución de una persona por otra" tildando de "mentira" las versiones que hablan de "purga" o de "intención de apartar a Benito de sus funciones".
"A Benito no le puede apartar de la dirección nada más que la gente que nos eligió en un Congreso, tanto a él coo a mí. Nunca he hablado de destitución porque creo que es un término que provoca victimismo", argumentó.
Su explicación sobre la decisión es que "existían en el sindicato una serie de disfunciones y asintonías con referencia a lo que yo pensaba que debía trasmitirse de la acción del sindicato. Por tanto, el responsable de ese área debería ser sustituido por otra persona".
Fidalgo descartó tajantemente que algún otro dirigente hubiera presionado para destituir a Benito, aunque sí dijo haber sentio "cierta presión moral y mediática por gente que entendía que el relevo podía provocar una grave crisis". "Mi misión, por tanto, fue la de transmitir bien la remodelación para que nadie entendiera que significaba una ruptura en CCOO".
"El secretario general no es aliado de nadie. Es sólo el representante de la mayoría del sindicato. Yo no tengo aliados. Soy amigo de Ignacio Fernández-Toxo, de Benito y de otros dirigentes de CCOO. Más allá de las amistades no hay alianzas: hay acuerdos, aproximacionessobre puntos de vista, etcétera, para construir las decisiones que deben tomarse", añadió.
Preguntado sobres si se siente arropado por el sindicato, señaló que "no me siento ni arropado ni desnudo. Sólo sé que soy el secretario general de CCOO, que estoy ante el ecuador del mandato y que se me ha dado la oportunidad de remodelar el equipo. Creo que los equipos de dirección están para trabajar y no para proyectar una imagen de guardia de seguridad·.
LUCHA POR EL PODER
También descartó que existauna lucha por el poder. "Lamento que haya gente que se haya creado esta impresión. En mi caso, no estoy luchando por nada, ni estoy manteniendo nada. Si hay gente que ha deslizado opiniones que pueden ser interpretadas como una estrategia de alianzas espúreas para hacerse con el poder, está muy confundida".
Sobre el papel que podría estar desempeñando el ex secretario general de CCOO Antonio Gutiérrez, Fidalgo opinó no cree qué esté jugando niguno, porque, "entre otras cosas, no es miembro de la direción del sindicato".
"Leí en 'El Mundo' unos párrafos de una carta que dirigió a su director, en los que parecía que no estaba muy de acuerdo con esta decisión. Pero no creo que que haya tenido intenciones de abrir una crisis", añadió.
Sobre las relaciones con el PP, el líder de CCOO dijo no tener "ninguna relación" con este partido. "Me llevo bien con todos. La relación con el Gobierno es obligada, porque es el de turno", dijo.
En cuanto al PSOE, las relaciones "en el terreno político están ejor que cuando estaba en el Gobierno" y calificó su labor de oposición como "complicada, puesto que el Gobierno de José María Aznar tiene muchos votos". Le deseo mucha suerte al Partido Socialista, porque soy una persona de izquierdas", añadió.
Fidalgo se refirió también a las relaciones con el otro sindicato mayoritario, UGT, con quien "las relaciones son buenas, pero no las mejores de nuestra vida".
En cualquier caso, resaltó que ambos sindicatos "seguimos casados. Después de la polémica por l convocatoria general y el acuerdo de pensiones, hemos recuperado la alineación con el acuerdo interconfederal".
(SERVIMEDIA)
24 Feb 2002
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