Esta medida está muy alejada de la que reclaman los sindicatos, que piden que el subsidio por desempleo se extienda a los parados con cargas familiares y a los mayores de 45 años que son parados de larga duración, un colectivo de unas 300.000 personas, lo que permitiría aumentar la tasa de cobertura por desempleo hasta el 67%.

Según CCOO, esta propuesta supondría un gasto adicional, por encima de lo ya prsupuestado, de 141.400 millones de pesetas, equivalente a 0,14 décimas del PIB, de manera que el esfuerzo en protección por desempleo aumentaría del 1,4% del PIB recogido en los Presupuestos del 2000 al 1,54%. Este sindicato cree que este es un porcentaje "perfectamente asumible por la sociedad española".

CCOO critica la renta mínima de inserción, que tendrá un coste en el 2000 de unos 50.000 millones de pesetas, según el Gobierno, ya que no es un derecho subjetivo del parado y es una renta que queda l arbitrio de la discrecionalidad de los que decidan quienes serán los parados que la cobrarán.

Además, CCOO duda también de las posibilidades de aplicación de esta nueva figura de protección al desempleado en muchas zonas del país, ya que esta renta está sin definir claramente y acceder a ella está vinculado a un proceso de orientación a los parados de tres meses, para después percibir el equivalente al subsidio de desempleo (75% del SMI) durante seis meses, con la posibilidad de una prórroga de cuato meses adicionales.

CCOO recuerda que durante ese periodo, el parado deberá, además, llevar a cabo cursos de formación o estar obligado a realizar algún tipo de trabajo de carácter social. La central que lidera Gutiérrez calcula que el coste de esta renta mínima en el 2000 será inferior al estimado por el Gobierno y no superará los 42.000 millones de pesetas.