Esto ha provocado la negativa de casi el 80 por ciento de los vecinos a consumir agua del suministro general, por lo que continúan utilizando agua de sus pozos particulares y de una fuente municipal.

Por su parte, el alcalde de Aroche, Eusebio Romero, aseguró que los últimos análisis efectuados han demostrado que "el agua que abastece al pueblo no registra ninguna carencia sanitaria". A su juicio, las denuncias del sindicato podrían deberse "a la existencia de interses de diversa índole".

El líder sindicalista explicó que los problemas comenzaron hace años, cuando el ayuntamiento instaló un vertedero de residuos sólidos urbanos a escasa distancia de la planta potabilizadora del agua. Las tuberías de la red general de distribución pasan a menos de un metro por debajo del basurero.

Teófilo Sancha mostró también su malestar y preocupación por los posibles problemas sanitarios que pudiese originar la existencia de animales muertos en las cercanías del vertederoy, por tanto, de la depuradora.

Hace unos meses, los vecinos de Aroche realizaron diversas movilizaciones con el fin de exigir una nueva ubicación para el vertedero. Sancha indicó que "la Administración sigue sin hacernos caso, y esperemos que no ocurra ningún incidente de fatales consecuencias".