Los despidos, que se llevaron a cabo justo antes de la Navidad, se hicieron a pesar de las demandas de las organizaciones sindicales, que instaron a las multinacionales a que colaboraran en la reconstrucción de las plantaciones y a que afrontaran sus responsabilidades sociales.

Según estas fuentes, en hiquita se despidió al menos a 5.000 trabajadores hondureños que estaban afiliados al sindicato UITA Sitraterco, y eso a pesar de que sus responsables se habían comprometido públicamente a rehabilitar las plantaciones.

En Dole se produjeron 465 despidos de trabajadores guatemaltecos miembros del sindicato Cobsa, hecho que se agravó cuando guardias armados atacaron a los simpatizantes de esta organización. En Nicaragua, los despidos en esta empresa han ascendido a unos mil.

CCOO puso de manifiestoque esta situación es inaceptable y que, al mismo tiempo, contrasta con las presiones de Estados Unidos hacia la UE para que reduzca los aranceles sobre importaciones de plátanos de esa zona del mundo, en connivencia, entre otras, con las multinacionales citadas.