Según CCOO, todos los domingos llegan a Barajas cadáveres de monos procedentes de Malabo (Guinea Ecuatorial) escondidos dentro de las maletas de los propios viajeros, ya que consumen la carne de estos animales.

El sindicato sostiene que las autoridades competentes de vigilancia aduanera requisan este material y lo alacenan en la aduana hasta que la carne es retirada en contenedores ordinarios de recogida de basura por el servicio de limpieza viaria, "obligando a los trabajadores, no solo a mover los contenedores, sino a recoger estos cadáveres sin medios sanitarios y de protección personal".

Asimismo, denuncia que el personal de limpieza arrastra los contenedores hasta las cámaras de rechazo, donde las personas que las vigilan y custodian se niegan a manipular este material, por lo que son los propios empleados d limpieza los que depositan los contenedores en las cámaras, donde llegan a permanecer en ocasiones durante más de un mes hasta que son retirados.