Valdés cuestionó, en declaraciones a Servimedia, la efectividad de esta ley, ya que, "además de prohibiciones como la de fumar en el centro de trabajo, hay que articular instrumentos de prevención y de apoyo asistencial para la gente que quiera dejar de fumar".

"Un 70% de la gente que fuma declara que quiere dejar de fumar, pero no se le ofrecen salidas para deshabituarse del tabaco", explicó Valdés. "Seguro que si se prohibe y se es duro en las sanciones habrá gente que dejará de fumar, pero no sé si sería más eficaz y más positivo apostar por políticas a largo plazo y no tan punitivas, tal y como dice la Organización Mundial de la Salud", apostilló el dirigente de CCOO.

Valdés puntualizó que "estamos con el espíritu de la ley, en el sentido de la promoción de la salud, de disminución del tabaquismo, de protección para las personas que no fuman, perono se puede ignorar a los agentes sociales en el ámbito laboral.

"La Constitución y todo el ordenamiento jurídico posibilita que los agentes sociales nos pongamos de acuerdo en nuestras cosas", concluyó Valdés.