Para CCOO, que es el primer sindicato del país, con más de 100.000 delegados y cerca de 900.000 cotizantes, la cifra de 70.000 nuevos cotizantes netos en lo que va de año arroja un balance "estimulante", pero reconoce que su tasa de afiliación "aún está lejos de la tasa media de sindicación qu se registra en la Unión Europea".

Por ello, CCOO cree que "no hay que bajar los brazos" y que "deben ponerse en marcha incentivos a las organizaciones por objetivos, discriminación positiva a los afiliados, una eficaz y transparente política de servicios y el seguimiento de la afiliación para cortar la rotación afiliación/desafiliación que todavía se observa en ciertos momentos y situaciones".

La central que lidera José María Fidalgo quiere establecer "métodos de trabajo por objetivos, sin improisaciones y con seriedad" para incrementar su afiliación, y, para ello, seleccionará "cuidadosamente" los campos de actuación, y los medios económicos y humanos a utilizar.

A su juicio, es necesario estar cada día más cerca del afiliado, haciendo un seguimiento directo y frecuente de cada uno de ellos, atendiendo correcta y permanentemente a sus demandas sindicales y manteniendo una comunicación personalizada desde que se dé de alta.

CCOO asegura que tiene dotación de medios "más que suficiente" ara llevar a cabo esta labor, aunque reconoce que quizás no esté bien controlada o planificada. Por ello, Fidalgo afirmaba recientemente a este respecto que "somos nosotros los que debemos trabajar con orden y concierto, y con capacidad autocrítica".