La E4 fue aprobada en noviembre de 2003 por el Gobierno anterior y contemplaba un presupuesto anual de 200 millones de euros. Esta cantidad está muy lejos de los 1.000 millones anuales que CCOO estima necesarios para una aplicación eficaz de la estrategia.

La Unión Europea tiene como objetivo la reducción de la intensidad energética en un 1% anual. Sin embargo, España es uno de los pocos países donde la intensidad energética viene aumentando año tras año, un 5% en la última década, mientras que en la UE se ha reducido en un 9,6%.

Entre 1980 y 2002, el consumo de energía final ha tenido un crecimiento medio anual del 3,6% en España, un punto porcentual por encima del crecimiento del PIB, lo que da una intensidad energética de 1,38. Es decir, cada año el sistema productivo español es menos eficiente en el consumo de energía y, por lo tanto, menos competitivo.

La aprobación del Plan de Acción para la puesta en marcha de la E4 es imprescindible para cambiar esta tendencia, que, además, pone en peligro el compromiso de España para cumplir con el Protocolo de Kioto. "Por ello, el Gobierno no puede demorar más la aplicación de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética", apremia CCOO.