La propuesta del CES pasa por acometer reformas "necesarias", como la reducción drástica del desempleo masivo a través de una política económica concertada, para lo cual reclaman que cada año se creen un número de puestos deformación profesional igual al de nuevos demandantes de trabajo.

La iniciada recuperación debe consolidarse con la creación de empleo, que, según las conclusiones de las organizaciones sindicales, contribuiría de manera determinante a reducir el déficit público.

Además, aboga por incrementar las inversiones en infraestructuras de grandes redes transeuropeas, lo que reforzaría la posición internacional de Europa y favorecería la creación de empleo.

La CES señala que el crecimiento económico "o es suficiente" para resolver el problema del empleo: "Los poderes públicos y los agentes sociales deben asumir sus responsabilidades para evitar que la política de flexibilización se traduzca en una simple reducción de salarios y en un desmantelamiento de prestaciones sociales, degradando el nivel de vida de millones de personas".

Las conclusiones de la CES, incluidas en un manifiesto desarrollado en Dusseldorf (Alemania), coinciden en gran medida con los debates de las Jornadas Europeas de Comisions Obreras, por lo que esta central expresa su apoyo a las citadas reivindicaciones.