FECOMA considera que el casco, utilizado una y otra vez como única imagen de la seguridad en las obras, ya sea por los medios de comunicación, por los políticos e incluso por numerosas campañas de prevención, "ha hecho mucho daño al sector".

Esta federación se pregunta "¿De qué sirve ponerse el dichoso casco si no existen planes de prevención específicos, técnicos competentes y protecciones colectivas en las áreas en las que trabajamos?".

La octavilla repartida por CCOO recuerda algunos de los últimos trabajadores muertos en la región, como el de 27 años que murió al caer de una altura de cinco metros mientras realizaba tareas de desmantelamiento de una nave industrial, un empleado que murió mientras trabajaba en sábado para una subcontrata y un joven de 18 años que murió aplastado por un paquete de varillas de ferrallas mal enganchado, y se pregunta de qué les sirvió "el dichoso casco".

FECOMA denuncia unas obras inseguras, por lo que anima a los trabajadores a exigir medidas de protección colectivas y planes concretos y específicos de prevención frente a tantos "planes que son fotocopias unos de otros y cuyo único objetivo es cumplir el trámite".

A juicio de este sindicato, "o se hace seguridad de verdad o estamos eximidos de ponernos el dichoso casco", concluye la octavilla repartida por CCOO, de la que en principio se están difundiendo diez mil ejemplares y de la que se seguirán imprimiendo nuevas tiradas.