Moreno dijo que el recorte es un "atraco" que generará una nueva "deuda social" con los funcionarios, "mucho mayor" que la contraída con este colectivo antes de que se convirtiera en una de las reivindicaciones de la huelga eneral del 14 de diciembre.

Ambos dirigentes sindicales recalcaron asimismo que la evolución del empleo en 1993 dependerá fundamentalmente de la política económica del Gobierno y no del incremento salarial, como afirmó ayer Solchaga.

Moreno explicó que CCOO "modulará" su petición salarial por sectores y empresas en función de variables como los beneficios, cartera de pedidos, productividad y nivel de empleo, aunque reclamando, en términos generales, aumentos "moderados" del poder adquisitivo.

En su opinión, las restricciones en el gasto público contribuirán a incrementar el desempleo y convertirán a los Presupuestos de 1993 en "el de los tres millones de parados", lo que producirá estanflación, es decir, más inflación y más paro al mismo tiempo.

A su juicio, el Gobierno está pidiendo "sacrificios inútiles y gratuitos. Los presupuestos son una cura de caballo, que van a meter a la economía española hasta el cuello en un proceso recesivo". CCOO estima que el gasto público decrecerá un 3 porcien en 1993 sobre el ejecutado en 1992.

SIN PRECEDENTES

Por su parte, Apolinar Rodríguez señaló que el Gobierno debe hacer un mayor esfuerzo para incrementar sus ingresos, mediante una lucha más efectiva contra el fraude tributario, en lugar de restringir el gasto público.

Para Rodríguez, aunque la situación económica es "difícil", la bajada salarial a los funcionarios es "inaceptable", porque no tiene precedentes ni siquiera en años de dificultades mayores, desde el inicio de la transición deocrática.

Rodríguez indicó que el recorte afectará también a los docentes de los colegios privados concertados con los que el Gobierno se comprometió a elevar sus retribuciones en 1993 hasta el 95 por cien de la que perciben los profesores de la enseñanza pública.