En un comunicdo, CCOO criticó a Simancas por hacer a Caja Madrid "protagonista de un espectáculo en la que no debe aparecer ninguna entidad financiera", ya que "las cajas de ahorros no son empresas públicas y se deben administrar atendiendo a la autonomía de sus órganos de gobierno".

En este sentido, consideraron que la composición de los órganos de gobierno de la entidad es "muy plural", por lo que "desde su autonomía deben aprobar sus propias decisiones, atendiendo a su razón de ser la rentabilidad y eficiencia e su actividad financiera y el mejor cumplimiento de su función social".

"Este tipo de posiciones no benefician la buena marcha de la entidad por generar incertidumbres injustificadas, pero tampoco a quienes las sostienen, pero favorece a aquellos que, desde posiciones de interés privado, pretenden la modificación del estatus jurídico para poder apropiarse las cajas de ahorros y no encuentran argumentos en la evolución económico-financiera de las mismas", concluyó el sindicato.