LOS CAZADORES MATAN CADA AÑO MAS DE 70 MILLONES DE ANIMALES EN ESPAÑA, SEGUN LA CODA
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Cada año se cazan en España entre 70 y 90 millones de animales. Esta cifra incluye tanto las especies cinegéticas abatidas legalment como aquellos ejemplares que mueren víctimas de métodos no selectivos de caza, como el furtivismo, la ingestión de perdigones de plomo o el choque contra vallados cinegéticos.
Según los datos recogidos en un informe elaborado por Theo Oberhuber, de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (Coda), que aparece en el último número de la revista "Gaia", estas muertes ponen en peligro la supervivencia de algunas especies.
Diversos autores estiman que durante los últimos cuatro siglos laactividad cinegética ha provocado la extinción de más de 270 especies de vertebrados.
No obstante, en nuestro país son muy pocos los casos en los que la caza ha influido en la extinción de una especie. Entre ellos el informe cita a la grulla damisela y el francolín, y advierte que el grévol y el torillo pueden ampliar la lista en un futuro próximo.
El millón y medio de cazadores españoles utilizan el 98 por ciento del territorio estatal para desarrollar la actividad cinegética, que cada año mueve400.000 millones de pesetas y genera 20.000 empleos fijos de guardería y unos 2 millones de jornales eventuales mientras dura la temporada.
El estudio de Theo Oberhuber señala que la mayor parte de los más de 70 millones de animales cazados anualmente son jilgueros, pardillos, verderones verdecillos, caboneros comunes, currucas capirotadas, mirlos comunes y zorzales comunes, charlos, alirrojos y reales.
RAPACES Y MAMIFEROS
Las rapaces y los mamíferos carnívoros considerados tradicionalmente com alimañas también sufren la presión cinegética, a pesar de que algunos están protegidos legalmente. El informe concluye que en estos casos el objetivo del cazador es acabar con los depredadores naturales para eliminar su competencia.
Según el autor, el 25,35 de las muertes de linces ibéricos conocidas son consecuencia de los disparos, mientras que en el caso del lobo la proporción es del 60 por ciento, en el de la nutria del 34 y en el del buitre leonado del 18,23.
A estas muertes habría que unirlos fallecimientos por causas indirectas ligadas a la actividad cinegética, como las producidas por la ingestión de perdigones de plomo. La Coda calcula que cada año se vierten al medio natural 10.500 toneladas de plomo a través de 84 millones de perdigones.
El informe concluye señalando que además de la mortalidad masiva de especies, la caza intensiva provoca una importante alteración del hábitat, por lo que en nuestros días ya no es posible considerarla como un factor de conservación de los espaciosnaturales.
(SERVIMEDIA)
01 Nov 1993
GJA