Las cabezas visibles de las cinco familias que presentaron candidatura en la Asamblea de IU de hace cuatro semanas han mantenido un ritmo frenético de reuniones y contactos durante este tiempo, para tratar de perfilar una dirección en la que todas ellas estén representadas de manera proporcional y designar al sucesor de Gaspar Llamazares.

El panorama se ha despejado en buena medida después de que el máximo dirigente de IU en Madrid, Ángel Pérez, confirmara su disposición a apoyar a Lara como coordinador general y aceptar su propuesta de composición de la nueva dirección.

El pacto quedó suscrito el pasado miércoles en una cena celebrada en el conocido restaurante "La Ancha", a la que asistieron cuatro comensales, entre ellos Pérez y Lara. El dirigente madrileño dejaba a un lado su histórico enfrentamiento con la cabeza visible del PCE en Madrid, Enrique de Santiago, para llegar a un acuerdo.

La propuesta de Cayo Lara es constituir una dirección de 20 personas, más reducida que la actual, que cuente con 9 miembros del PCE, 6 "llamazaristas", 3 del grupo bisagra "N-II" y dos de las dos familias minoritarias.

De entre ellos habría una especie de Presidencia más reducida aún, que sería el órgano ejecutivo y que sólo contaría con 6 miembros: 3 del PCE, 2 "llamazaristas" y 1 de la "N-II".

Este reparto del poder interno desagrada tanto a los "llamazaristas" como a los miembros de la "N-II", que ahora se encuentran con un problema para impulsar a su candidato, Joan Josep Nuet, porque han visto divididos sus apoyos al escindirse Madrid y encontrar voces críticas en la federación de Aragón.

Los "llamazaristas", por su parte, creen que el PCE está aprovechando la situación para imponer su mayoría. Lara cuenta también con el apoyo de la lista minoritaria de Haizea Miguela, pese a lo cual sigue teniendo una ventaja escasa sobre sus adversarios.