Según Navarro Valls, la actual Ley del Aborto española es lo suficientemente amplia para contemplar la objeción de conciencia del personal sanitario y no hay necesidad de recurrir a una legislación específica.

El catedrático de Derecho pronunció la conferencia "La objeción de conciencia al aborto ante el ordenaminto jurídico español y comparado", en el curso de verano que sobre este tema ha organizado la Universidad Complutense.

En caso de que el Gobierno decida elaborar una ley que regule la objeción médica, opinó Rafael Navarro Valls, ésta no podrá en ningún caso lesionar la autonomía del profesional y tendrá que contemplar los valores éticos enraizados en los médicos españoles.

Ante esa posible regulación en España, el conferenciante se mostró partidario de optar por los modelos actualmente vigentes e Francia y Alemania, que reconocen la objeción sobrevenida.

El profesor de la Complutense rechazó el modelo de objeción italiano, por considerarlo "asfixiante", ya que obliga al médico a una declaración preventiva en la que debe definir su postura moral sin posibilidad de cambio futuro.

A este respecto, Navarro Valls insistió en la necesidad de admitir la objeción sobrevenida. "Es perfectamente legítimo que una persona cambie de opinión, por lo que es imprescindible respetarlo, ya que la tutela d los derechos fundamentales no tiene cronología", añadió.

En relación a la posible implantación de una Ley de plazos para abortar, Navarro Valls señaló que ello producirá un aumento en el número de médicos objetores de conciencia, a juzgar por lo que ha ocurrido, dijo, en países que han optado por esa legislación.

DOBLE MORAL: "DIFAMACION"

Sobre la supuesta "doble moral" de los médicos que se declaran objetores de conciencia en la sanidad pública y no en la privada, Navarro Valls declaró que acsar sin pruebas a un colectivo cae en la "imprudencia y en la difamación".

A su juicio, decir que esta es una actitud general es como decir que los objetores al servicio militar "se dedican en sus ratos libres a asaltar bancos".

Para Navarro Valls, existe y puede ejercitarse, con independencia de la regulación existente, la objeción como parte del derecho fundamental de la libertad ideológica y religiosa que recoge la Constitución.

Descalificar de esa forma a un grupo de médicos que se niegaa practicar abortos, concluyó, es ir contra la libertad que fundamenta precisamente el derecho a la interrupción del embarazo.