Narbona reconoció que una subida catastral de estas características "no tiene que traducirse inmediatamente" al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), -gestionado por los ayuntamientos-, pero insistió en que se trata de un "aumento de la presión impositiva" que, pronto o tarde llegará a los propietarios.

"No es el momento oportuno para aumentar la presión impositiva para ciudadanos con dicultades económica originadas por la subida de los tipos de interés, de los combustibles y de la desviación de la inflación", continúo Narbona.

Finalmente, anunció que el PSOE tiene previstó interpelar al Gobierno sobre el efecto de las supuestas medidas de liberalización del suelo para rebajar el precio de la vivienda. "El Ejecutivo no acierta con su política de suelo y tampoco ahora con la subida de la presión contra los más desfavorecidos, mediante la subida del valor catastral", finalizó.