Aun cuando la situación de emergencia ha quedado atrás, reconoce la Generalitat, Cataluña continúa en situación de sequía y, por este motivo, el decreto continuará activado hasta final de año, salvo que antes se produzca una recuperación total de las reservas embalsadas.

Así lo anunciaron, en la rueda de prensa tras la reunión del Consell, el consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, y la directora general de Comunicación, Aurora Masip.

Baltasar reconoció que actualmente Cataluña presenta una situación de "notable mejora", por lo que el Govern ha resuelto pedir al Estado que "descarte la necesidad de llevar agua del Ebro".

"Pedimos la derogación del real decreto ley en todos sus extremos", dijo Baltasar, "y por tanto derogadas todas las afectaciones respecto a la materialización de la obra de trasvase y cualquier medida hidríca que comportaba".

Aunque los embalses del sistema Ter-Llobregat se encuentran al 53% de su capacidad, sin embargo, la cuenca de la Muga continuará en el escenario de' excepcionalitat 2, dado que ha sido la cuenca regulada que menos se ha beneficiado de las lluvias de los últimos días.

Aun cuando la situación de sequía extrema ha quedado atrás, Cataluña continúa en situación de sequía y, por este motivo, el Decreto continuará activado hasta finales de año, salvo que antes se produzca una recuperación total de las reservas embalsadas.

En cuanto a la situación actual, Baltasar dijo que ahora "hemos de estar contentos pero no bajar la guardia, porque nadie podía pensar que en sólo tres semanas pasaríamos del 29% al 54%", pero es preciso "mantener una conducta de ahorro fundamental" y tener "la cabeza clara".

El Gobierno catalán también ha decidido continuar el desarrollo de las obras de emergencia previstas, a excepción de la construcción de la llamada tubería del Ebro y del abastecimiento de agua en barcos.

Sobre la primera medida, Baltasar explicó que han pedido al Gobierno central "que descarte traer agua del Ebro para garantizar el agua de boca en los próximos 12 meses hasta la entrada en funcionamiento de la desalinizadora del Llobregat.

En este sentido, el consejero pidió, como estaba previsto, la derogación del decreto ley en todos sus extremos, una vezsuperada la situación que lo produjo.

Con respecto a la aportación de agua con barcos, el Gobierno catalán ha empezado a reducirla con el objetivo de que, una vez se puedan negociar las cuestiones técnicas y contractuales, "acabe desapareciendo".

"Por ahora se anula la línea que transportaba agua de Tarragona a Barcelona, y se reubica a la línea Marsella- Barcelona", explicó Baltasar, pero en estos momentos, agregó, "se está estudiando una rescisión anticipada de esta medida".

Remarcó que esta sequía ha permitido adelantar infraestructuras de carácter estructural por valor de más de 328 millones de euros y ejecutar también actuaciones de emergencia por valor de 194 millones de euros que, mayoritariamente, quedarán ya como infraestructuras definitivas para garantizar el abastecimiento y ampliar el margen de seguridad ante futuros episodios de sequía.