Llamazares recalcó, en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, que en Cataluña "no hay ningún drama" ni situación de urgencia que impida gestionar la situación "en función de la voluntad de los ciudadanos", que no es un gobierno de excepción, como en su opinión buscan Rajoy "y algunos sectores del PSOE, ni tampoco de concentración".

No hace falta, insistió, hacer un llamamiento "a la patronal ni a los poderes fácticos para que pongan la tapadera a la olla a presión qe previamente ha atizado" el PP, al crear cada vez más "confrontación entre nacionalismos de un tipo y de otro".

Denunció que el candidato popular intente "vetar a partidos políticos que han sido votados por los electores y que han aumentado su respaldo", en referencia a ERC, lo que demuestra que "cuando el resultado no le gusta, interviene para amordazar los votos".

Reiteró que lo único que se puede hacer en Cataluña es responder a la voluntad de cambio de los votantes, mediante un Gobierno "mesizo" que represente a un "catalanismo plural", y la fórmula es la suma de PSC, ERC e IC-V, una opción que considera "posible y probable".

Se mostró convencido de que Carod-Rovira se inclinará hacia un gobierno de izquierdas, porque para regenerar la política catalana es imprescindible "sacar a CiU de la red de poder" en la Generalitat.