En declaraciones a la Cope, e dirigente popular afirmó que "en este caso el papel de bailarín que le toca a Rodríguez Ibarra es el de estar callado, callado y además escondido; él, que quiere hablar hasta en las paradas militares, ahora está absolutamente mudo y callado".

Floriano agregó que no le extraña esta actitud del presidente extremeño, "porque cuando los gobiernos de Felipe González dejaban al margen a Extremadura de la Alta Velocidad, este señor estaba callado, y cuando ha tenido que elegir entre él y su partido y Extremdura, ha elegido siempre entre él y su partido".

En su opinión, Rodríguez Ibarra sólo se enfrentó a su partido "cuando la corrupción galopante del año 95 llevaba a una catástrofe electoral, y ahí fue la única vez que por el modelo de financiación se enfrentó a Felipe González".