De esta forma, Andalucía consumió el año pasado 429 millones de cajetillas de rubio y 212 de negro (120.605 millones de pesetas), mientras que Cataluña se situó en el segundo lugar con 396 millones de cajetillas de rubio y 211 de negro. En tercer lugar, se situó Madrid con 388 y 153 millones de cajetillas, respectivamente, y con un gasto de 197.707 millones de pesetas.

Por el contrario, las comunidades que menos gastaron en tabaco fueron la Rioja, Cantabria y avarra, con 5.639, 11.131 y 11.485 millones, respectivamente. Sin embargo, fue Asturias la única donde las ventas descendieron un 1% respecto a 1994.

Cada ciudadano español, mayor de 20 años, adquirió como media durante el pasado año 139 cajetillas de cigarrillos, de las que 88,4 correspondieron a tabaco rubio y el resto, 50,6 cajetilla, a tabaco negro.

Los más fumadores son los habitantes de Baleares, con una media de 249,6 cajetillas, mientras que los gallegos y los vascos son los que menos conumieron, por lo menos, de tabaco legal, ya que estas dos comunidades están por encima de la media en contrabando.

Los más adictos al tabaco rubio son los ciudadanos de Ceuta y Melilla, mientras que los extremeños se mantienen fieles a los cigarrillos negros. En el aspecto opuesto, los gallegos son los que menos cajetillas "legales" de rubio consumieron y los madrileños los que menos fuman negro.

En cuanto a los cigarros, la media nacional de puros por cada español mayor de 20 años asciende a 25,6unidades al año. Los que más compraron fueron los navarros, 70 puros cada uno, seguidos de los riojanos, unos 66, mientras que los habitantes de Ceuta y Melilla y los andaluces fueron los que menos (6 y 11, respectivamente).